Si te preguntas qué es la inteligencia artificial, te sorprenderá saber que el concepto surge con la ciencia ficción.
Concretamente, con el hombre de hojalata de El Mago de Oz y con la película Metropolis de 1927.
Ahí ya veíamos robots con formas humanoides y una capacidad de pensar similar a la nuestra.
Paralelamente, la ciencia también empezó a preguntarse qué es la inteligencia artificial y qué utilidades se le podía sacar.
Alan Turing y la inteligencia artificial
Alan Turing fue un matemático británico que argumentó que, igual que los seres humanos utilizamos la información disponible para hacer cálculos y tomar decisiones, las máquinas podrían hacer lo mismo.
Y no lo argumentó en una barra de bar.
Publicó un artículo llamado “Computing Machinery and Intelligence” que hacía entrever que la cosa iba en serio.
El famoso Test de Turing se creó para testear la capacidad de una máquina de hacerse pasar por humana.
Consiste básicamente en preguntarle a una inteligencia artificial (o robot, si lo prefieres) cuestiones que, en teoría, solo podría resolver un humano. El investigador hace las mismas preguntas a un humano y a una máquina sin saber quién es quién.
Si la máquina logra engañar al investigador, supera el test de Turing.
El principal reto era mejorar la capacidad de memoria de la computación y abaratar sus costes de uso.
No digo que la RAM de los ordenadores primitivos fuera baja, es que directamente no podían recordar qué acababan de hacer. Solo ejecutar comandos.
La inteligencia artificial florece en los años 80
Desde lo dejamos con Alan Turing y hasta los años 80, los ordenadores van ganando capacidad de computación.
Curiosamente, se publica la famosa Ley de Moore y se empieza a verificar con el paso de pocos años.
Por si no lo recuerdas, la Ley de Moore no es la de las tostadas que caen siempre por el lado de la mantequilla, es la que dice que “cada 2 años se duplica el número de transistores en un microprocesador”.
En resumen, cada dos años tenemos procesadores y ordenadores más potentes.
Con los años 80 aparecen conceptos como el machine learning, que es la programación de algoritmos que permiten a las máquinas aprender por sí solas.
La inteligencia artificial en la actualidad
En pocos años la humanidad pasó de no saber qué es la inteligencia artificial a ver como Kasparov era derrotado al ajedrez por un ordenador.
Y a partir de ahí, fiesta.
Con el deep learning, que se refiere a la capacidad de los ordenadores de aprender a través de su propia experiencia, llegamos a disponer de programas especializados en cualquier tarea que superan ampliamente la capacidad de procesamiento de cualquier ser humano.
Además, la cantidad de datos disponible ha ido multiplicándose exponencialmente.
¿Qué significa esto? Que si las máquinas aprenden por sí solas y cada vez disponen de más información y más escenarios, van perfeccionándose sin necesidad de que un ser humano pique código para programarlas.
El boom de ChatGPT ha supuesto el salto a la fama definitivo de la inteligencia artificial.
El paradigma de cómo buscamos en Internet ha cambiado por completo. Dentro de poco dejaremos de hacer búsquedas en Google para pedirle a una IA, como la de Typepad, qué nos ayude con lo que queramos.
Tenemos a nuestra disposición a inteligencias que vienen a hacernos la vida más fácil.
¿Por qué no usarlas?