Fijo que ya sabes que la inteligencia artificial es la habilidad que tienen las máquinas de procesar la información de forma similar a como lo hacemos los humanos.
Bueno, algunos humanos, no todos.
La inteligencia artificial lleva décadas perfeccionándose desde que Alan Turing y otros matemáticos y científicos empezaron a hablar del término allá por los años 50.
En este artículo veremos las interacciones de la inteligencia artificial con el famoso Big Data.
Pero antes…
¿Qué es el big data?
El big data se refiere al análisis de grandes volúmenes de datos, demasiado complejos para ser procesados por métodos tradicionales. Big data no es una hoja de excel.
Todos los datos que forman parte del big data provienen de transacciones financieras, registros médicos, informaciones geográficas…
Cualquier sector de la actividad humana que te imagines está rodeado de cientos de millones de datos informáticos que conforman esto que llamamos big data.
Inteligencia artificial y big data
La inteligencia artificial y el big data van de la mano.
Digamos que sin big data no hay inteligencia artificial. Para preguntarle a Typepad (nuestra IA que puedes probar gratis) y que te responda sobre millones de temas, necesita antes acceder a bases de datos enormes. Es decir, big data.
La inteligencia artificial accede al big data y encuentra relaciones, analiza datos y extrae conclusiones útiles para cualquier usuario.
Desde un estudiante de primaria hasta el CEO de una empresa, todo el mundo puede sacarle partido a esta dupla de inteligencia artificial y big data.
Aplicaciones de la inteligencia artificial en el análisis del big data
Antes he dicho que la IA necesita el Big Data para buscar información.
Pues bien, imagina que tienes que investigar un fraude financiero. Te dan millones de datos de transferencias procedentes del big data y te toca ponerte manos a la obra.
Para buscar patrones, irregularidades y tendencias sospechosas vas a querer valerte de la inteligencia artificial.
Esto no es más que un ejemplo de una utilidad real de la inteligencia artificial. Una utilidad que engloba IA y big data, claro.
Otra podría ser el comercio electrónico.
Cuando estás añadiendo productos a tu carrito y la web te propone artículos que, curiosamente, también te interesan, ahí está funcionando de nuevo la dupla inteligencia artificial y big data.
Ética en la inteligencia artificial y el big data
Hasta ahora he comentado buenos usos de la inteligencia artificial y el big data.
¿Pero qué pasa si los malos empiezan a usar estas tecnologías?
Pues ya hemos visto que no proteger debidamente los datos personales de los ciudadanos lleva a escándalos políticos.
El escándalo de Cambridge Analytica no es el único.
En China la población está vigilada por sistemas que combinan inteligencia artificial y big data.
Por un lado, hay millones de cámaras por las calles que siguen a los ciudadanos. Los teléfonos son rastreados y nada escapa a la policía.
Si no has visto Minority Report, póntela porque China va en ese camino.
En su afán por vigilar a la ciudadanía para anticiparse a los delitos gracias a la inteligencia artificial y el big data, incurren en un dilema ético cada vez más discutido:
¿Se puede vigilar a la población sin su consentimiento por un supuesto bien común?
Mientras piensas en ello, recuerda probar gratis Typepad 😉
Una inteligencia artificial con big data y mucha, mucha ética.